Blog, Featured, Noticias, Técnicas de escritura

Un grito en la oscuridad: la historia detrás de la historia

Written by Eduardo Ferrón · 6 min read >

Me tomó treinta y cinco días terminar esta historia. Fueron horas y horas de pensar, escribir, editar, diseñar la portada, el sitio, el PDF, la publicación, etc. Escribir una historia es un trabajo agotador.

A continuación te presento las diferentes etapas por las que pasé para conseguirlo, pensando que tal vez te pueda ayudar o cuando menos divertir.

Comienza así:

El objetivo

Antes de comenzar me puse el objetivo de crear una historia que causara miedo. Es una tarea bastante complicada, pues creo que hoy en día es muy difícil inducirlo, sobre todo en un medio donde requiere no solo una buena redacción, sino también una buena imaginación por parte del lector.

Otros medios como el cine la tienen un poco más fácil, aunque de unos años para acá abusan de los sonidos repentinos y los malos a tu espalda. O bien, litros y litros de sangre. No digo que sea más fácil hacer cine, sino que tienen más herramientas. En un libro es más complicado, pues tienes solo las palabras para crear la atmósfera. Aquí nuestro trabajo es aprender técnicas para conseguirlo. Sin embargo, al final creo que es más provechoso, pues con la imaginación puedes llevar a tu lector a donde sea.

La idea

Varias historias pasaron por mi mente, pero necesitaba una que fuera corta, cuando menos lo suficiente para poder escribirla en mi reducido “Tiempo Libre Creativo”. Le llamo así porque suelo tener un par de horas libre por la noche, pero mi mente está tan cansada que no puede crear nada nuevo, así que no me sirven.

Algo que me ha servido mucho, es identificar esas horas creativas e invertirlas de la mejor manera posible. Por ejemplo, descubrí que si me acuesto a dormir temprano y llevo mi tableta a la cama, puedo vaciar mi mente con ideas bastante interesantes. No todas terminan en historias, pero es un ejercicio muy bueno. También descubrí que soy más creativo como a las 10am y en las tardes pasando la hora de la comida, como a las 4pm.

He observado que cuando duermo ocho horas continuas por la noche, mi imaginación está más activa. Desafortunadamente para mí, tengo tanto trabajo que no me podía dar ese lujo. Claro, estaban esas pocas horas donde juego Minecraft, pero la mente también necesita distracciones.

Finalmente recordé algo que me platicó un amigo cuando tenía yo unos seis o siete años. Él juraba que les había sucedido en casa, creo que por eso se me grabó. Pensé que si bien esa historia no era tan buena, podía utilizarla como punto inicial de otra mejor. Así que tenía a una muñeca diabólica, solo me faltaba la historia.

El plan

Los siguientes días estuve pensado mientras me bañaba. Pensaba mientras manejaba hasta la oficina. Mientras comía. Mientras veía la TV. Diablos, creo que pensaba en la historia hasta en mis sueños. Al final, a mediados de octubre (unos quince días después) tuve una idea general de lo que quería escribir.

Sé que parece que me tomó mucho tiempo conseguir el plan, pero toma en cuenta que mi tiempo libre creativo es poco, además no se puede exigir a la musa. Cuando llega, llega.

Tal vez tú, si te organizas mejor y practicas mucho más que yo, lograrás crear estos planes en muy poco tiempo. Supongo que, eventualmente, con los años y después de varios libros publicados; esta etapa es tan fácil de lograr que te puede tomar tan solo el tiempo que dura un buen baño. Tal vez no, puede ser que siempre sea complicado.

El borrador

Los siguientes quince días estuve escribiendo un poco en las mañanas, después de almorzar y a veces por las noches. Ayuda mucho tener el archivo en modo texto (txt) almacenado en alguna nube, así puedes cargarlo en la pc, laptop, iPad, etc.; sin la necesidad de un software de edición específico. Claro que si tienes uno, pues a aprovecharlo.

Además, he encontrado que escribir la historia en Microsoft Word es malísimo para mí, pues me distraigo con la ortografía y esas cosas. Mientras más simple y práctica es la interfaz, mejor. Ya llegará el momento de editar.

En lo personal, utilizo Notepad++ en mi Laptop y Writer en el iPad. Lo hago de esta forma porque puedo grabar los archivos en DropBox y acceder a ellos hasta con mi teléfono. Writer es en especial muy útil, me gusta mucho y casi todo lo escribo desde ahí. De esta forma, puedes escribir donde quiera que te encuentres.

Conforme avancé en la historia se me ocurrió una idea que me pareció fantástica: podía iniciar desde la perspectiva de un personaje y transferir el control a otro. Sería un experimento fabuloso, pues bien logrado el lector ni siquiera se dará cuenta y tendrá una experiencia más rica, mal logrado terminará confundiéndolo y echando todo por la borda.

Esto ocasionó que descartara una buena parte de lo que había escrito. Sin embargo, lo hice, porque creo que no es bueno obsesionarse con algo que has escrito. Nunca sabes si lo que viene será mucho mejor. Es por esta razón que versiono mis archivos. Es decir, al final del nombre les pongo un marcador.

Por ejemplo, mi archivo se llamó “muñeca.txt” cuando empecé. Luego hice una copia y a esta le puse de nombre “muñeca_borrador_1.txt”, pero continué trabajando sobre el archivo “muñeca.txt”. Si tuviese que hacer otro cambio así de drástico, copiaría el archivo y le pondría de nombre “muñeca_borrador_2.txt” y seguiría trabajando con el archivo original.

Para esto ayuda mucho tener una carpeta para todos los archivos relacionados a la historia. Aquí podremos todos los borradores y las diferentes versiones con las que terminemos.

La edición

Creé un archivo en Word y le llamé “Un grito en la oscuridad (v.1.0).docx”, pues para entonces ya tenía idea de cómo quería que se llamara. Hice una plantilla en Word que me ayuda a crear estos archivos, así todos tienen más o menos el mismo estilo. En el archivo deposité todo el texto.

Algunos autores recomiendan poner a dormir el proyecto. Es decir, guardas el archivo y no vuelves a trabajar en él hasta pasados tres meses o te olvides de lo que escribiste, lo que ocurra primero.

Supongo que esta técnica funcionará para profesionales, pero no creo que lo haga para gente como yo, que escribe en su poco tiempo libre. De hacerlo, terminaría publicando algo cada uno o dos años.

A partir de este momento importa mucho la ortografía, así que doy una revisión bastante rápida para corregir todos mis errores. En mi caso no estaba satisfecho con el final al que llegué, pero decidí avanzar y confiar en que se me ocurriera algo mejor un poco después.

Lo siguiente que busco es que la historia tenga coherencia. Aunque escribas fantasía o ciencia ficción, la coherencia es indispensable. Por ejemplo, si mencionas que tu personaje no puede ver la luz del Sol, no lo pongas en escenas durante el día o si lo haces debes dar una buena explicación.

Los detalles también cuentan. Por ejemplo, si dices que un baúl estaba cerrado, cuida que tu personaje no lo cierre de nuevo, o que guarde algo. Cosas por el estilo.

El siguiente paso es el ritmo. Todas las historias, así como las canciones o la poesía, llevan un ritmo. Para esto leo todo desde el inicio y reviso que no tenga palabras que suenen raro, o demasiado repetidas. Tú mismo puedes darte cuenta, si te pierdes en la lectura probablemente haya algo que debas mejorar. No tengas miedo a cambiar algo que ya escribiste, por mucho que te guste.

Esta es la etapa más difícil, porque pasa como con los perfumes: después de leer varias veces la historia, te vuelves inmune a ella. Aquí lo mejor es dejarla descansar unas horas o días. Ya se te ocurrirá algo.

La portada

Hoy en la mañana tenía la historia bastante completa. Aún sin final, pero me hacía falta la portada también. Decidí avanzar con ello.

La historia trata sobre una muñeca, así que me dije que no podía poner otra cosa. Estuve Googleando por tres horas y nada, no encontraba una imagen que pudiera utilizar. Hasta pensé en salir a comprar una muñeca. Si, por gracioso que esto parezca, no le veía otra solución. Entonces encontré esta foto en una publicación en mercado libre:

Muñeca
Imagen de muñeca que encontré en Mercado Libre

Me dije a mi mismo: mí mismo, creo que con unos retoques quedará perfecta. Así que cargué el software de edición y comencé a trabajar. No voy a publicar todos los detalles, baste decir que me tomó unas cuatro horas dar con una solución sencilla pero casi perfecta. La muñeca quedó un tanto oscura, pero todo sucede en la noche, así que no creo que se vea tan mal.

Aquí el resultado final:

Portada final para la historia de “Un grito en la oscuridad”

Ya tenía la portada, una cosa menos en la lista, pero eran las 4pm y yo seguía sin un final que me gustara. Decidí que ya era hora de hacer una pausa. Almorcé un pedazo de pib, vi un episodio en la TV y me dormí un par de horas.

Cuando desperté (y después de tomar un café), pensé que un final sencillo debía ayudar a una historia como esta. En parte porque ya no tenía más tiempo, en parte porque una historia complicada no necesita un final complicado.

Así que pasé las siguientes dos horas tratando de hacerlo funcionar. Al final lo conseguí, quiero decir que encontré un final que si bien no es magnífico, creo que funciona bastante bien en esta historia.

Si quieres leer como quedó, puedes hacerlo visitando esta página.

Esta fue mi travesía. Me siento muy cansado, pero bastante satisfecho. Si la historia es buena o no, ya me enteraré en los próximos días, o meses, o años.


Written by Eduardo Ferrón
Desarrollo software, tomo fotografías y escribo pequeñas mentiras. En este sitio publico algunas de ellas y platico sobre mis muchos libros que algún día terminaré y publicaré. Profile

Mis planes para este 2019

Eduardo Ferrón in Blog
  ·   21 sec read

Retomando los proyectos

Eduardo Ferrón in Blog
  ·   1 min read

Regálame un comentario